miércoles, 26 de septiembre de 2012

LA LUNA DE VALENCIA.






LA LUNA DE VALENCIA





¡Qué maravilla!  Realmente es una muy bonita imagen.





Continuando con la entrada anterior, muchas veces también me preguntaron si:



"estaba en la luna de Valencia". 



¿Por qué habrá sido?

Sí, seguramente por haber estado distraída, por no escuchar, no contestar, por mirar con cara de ¿qué me decís?... Pero en aquel entonces, sólo me preguntaba que tendría que ver la luna de Valencia, porque una cosa era que me dijeran "parece que estás en la luna",  que yo entendía que es lo que me querían decir, pero "¿en la luna de Valencia?", pensaba que se estaban equivocando.

Después de recordar esos dichos que se empleaban y que se sigue haciendo, me faltaba averiguar este último. Y así leí, que es muy común referirse a aquellos que se han quedado rezagados y/o despistados con la expresión "se ha quedado a la luna de Valencia" o "está a la luna de Valencia", pudiendo también encontrar que se dice "se ha quedado en la luna de Valencia" (sustituyendo 'a' por 'en').

En cuanto al origen del dicho, la explicación que más se sostiene como cierta es la que se refiere a las antiguas murallas medievales que rodeaban a la ciudad de Valencia. Éstas tenían unas puertas por las que acceder al interior, que eran cerradas a cierta hora de la noche y los que llegaban a destiempo tenían que permanecer en pleno campo y a cielo descubierto, sin resguardo alguno. 

Este dicho se convitió así en equivalente de quedar sin poder cumplir determinado propósito, con la consiguiente desorientación que ello supone.

Torres de Serranos de la muralla de Valencia en 1891 


Otras opiniones:

*Hay autores que consideran que ese dicho pudo surgir del hecho de que , debido al mal estado de la mar, los barcos no podían atracar en la playa valencina para desembarcar a los pasajeros, y éstos tenían que pasar la noche en alta mar, "quedando a la luna de Valencia".

*Otros, suponen que lo de la luna es por el nombre que los valencianos daban a su playa, en razón a su forma semicircular. 

*Sin embargo para José María Iribarren (abogado, periodista, lexicógrafo, paremiólogo y escritor español,1906-1971), autor del libro "El por qué de los dichos", el origen de la expresión es mucho más sencillo. "Dejar a la luna" es lo mismo que "dejar en blanco"; es decir, dejar a uno sin lo que pretendía o esperaba. Lo de Valencia fue añadido más tarde a la primitiva frase "dejar a la luna".

*El periodista y escritor Vicente Vidal Corella (1905-1992) en el libro "La Valencia de otros tiempos", también relata que algunos cronistas atribuyen el origen al momento de la expulsión de los moriscos de la ciudad y la acumulación de éstos en las playas de Valencia, ya que debían ser trasladados en barcos hasta las costas de Argelia, Marruecos y Túnez, pero debido a la gran cantidad que eran no entraban todos en las naves, prometiéndoles que regresarían a recogerlos, por los que muchos quedaron esperando varias noches "a la luna de Valencia".



¡TAMBIÉN PODEMOS LEER!


"En la luna de Valencia".

Autoras: Luisa Villar Liébana.
                María Teresa Molina Villar.
Ilustradora: Teresa González
Editorial:SM

El tema central de este libro es el juego, la necesidad de compartir, de divertirse y ser feliz. En este caso la frase "estar en la luna de Valencia" adquiere un significado diferente al uso tradicional para convertirse en una expresión  sinónima de "ser feliz". Además se plantea que el juego y la diversión no deben ser un espacio reservado a los pequeños: también cuando llegamos a adultos hay que saber perderse, de vez en cuando, en "la luna de Valencia".



  "Luna de Valencia"



-Dejala, no ves que está en la luna de Valencia? Todos los días lo mismo...

Cada vez que Tatiana escuchaba ese comentario, se acercaba a una ventana y colgaba sus ojos un largo rato observando la luna. Si la de Argentina es pomposa, cómo sería la de China.
Sonreía. Y en un abrir y cerrar  de ojos la veía. Tal como ella quería. Del país que soñara. Todas distintas pero igual de pomposas.

Me gustó esta entrada del Blog: 


Agradezco a su autora.

A través de ella, rescaté otro recuerdo de mi infancia, cuando estaba en la gran cocina de mamá, mirando por la ventana mientras recibía la brisa proveniente del patio con tres paraísos en flor, ese aroma me abrazaba, me transportaba a un ambiente de ensoñación. Simplemente estaba, mi mente descansaba alegre, en ese impenetrable mundo del cual sólo uno tiene su poseción.

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